El Serengeti no debe morir
No hoy o mañana, sino dentro de tres o cuatro
generaciones, cuando se haya olvidado la pugna entre bolchevismo y
capitalismo y no importen y no importen ya el bloque oriental ni el
occidental, tal vez muchos hombres celbrarán el que alguien se haya
preocupado por los animales del África.¿Quién sigue interesándose hoy,
porque güelfos y gibelinos se hubiesen amargado mutuamente la vida en
Italia, ni porque, hace cuatrocientos
años, fueran mueertos en Francia diez mil hugonotes y otros escaparan a
la Prusia Oriental? en 1866, los jovenes hannoverianos tuvieron que
matar, como soldados, en una gerra contra el rey de Prusia; en 1870, sus
propios hermanos lucharon a favor de ese mismo monarca en la gerra
contra Francia. Así son de efímeeras la maor parte de lals ideas
nacionalistas y universalistas por las que los hombres han sufrido y
muerto continuamente. La Naturaleza, en cambio, sigue poseyendo para
nosotros una importancia pernne. Dentro de cien años, Eisenhwer y
Kruschef, nuestras preocupaciones políticas y nuestro odio, tendrán sólo
una vida de letra impresa en los libros de historia. Pero si, para
entonces, los ñus siguen trotando por la estepa y los leopardos rugiendo
durante la noche, siempre significará algo para los
hombres;precisamente por eso, porque estarán todavía mucho màs
condenados que hoy a vivir en gigantescas ciudades de cemento.
BERNHARD GRZIMEK
www.samakidivers.com
BERNHARD GRZIMEK
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