Los indígenas descubren los árboles mortíferos, porque bajo ellos..
Todavía en ocasiones los cazadores furtivos usan el veneno extraído del
árbol Apocanthera frisiorum, de aspecto semejante a un olivo desmedrado.
Produce bayas pequeñas, que enrojecen al madurar y de las que puede
obtenerse una riquísima mermelada, ya que no todos los árboles de esta
especie son venenosos, sino sólo unos pocos, difíciles de encontrar. Los
indígenas descubren, probablemente los árboles mortíferos, porque bajo
ellos yacen los cadáveres de diversos animalitos, insectos y roedores.
El veneno se obtiene haciendo astillas de ramas y raíces y cociéndolas
en un engrudo, que se convierte en una masa viscosa.
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