Por qué hacer un safari con niños
Porque muchos de niños hemos soñado con ser un explorador y sobrevivir en la jungla o enfrentarse a los animales más peligrosos… Porque muchos de pequeños nos sabíamos las canciones enteras de la película del Rey León… Porque los niños no son incompatibles con un safari y hay varias razones para afirmarlo. Un safari se desarrolla en plena naturaleza salvaje y es una oportunidad de oro para ver a los animales en su hábitat: hablar de su comportamiento y costumbres. África ofrece todo tipo de oportunidades para aprender y disfrutar a la vez: desde sencillos juegos con los nombres de los animales en swahili (muchos niños los adivinarán, sin duda, porque algunos coinciden con los nombres de los protagonistas del “Rey León”) y hasta charlas para más mayores sobre cómo se alimentan, se relacionan o se enfadan los grandes protagonistas de la sabana. Un motivo más para llevar al niño a un viaje de este tipo sería el acercamiento a otras culturas, como, por ejemplo, a las tribus de los masai...